Definitivamente, voy a tener que esperar mi llegada a India para comprobar si allí dispongo de mejor conexión. Varios amigos y amigas me habéis enviado links y sugerencias que no soy capaz de publicar debido a estas limitaciones de la red. Las tengo guardadas. Espero poder actualizar estos y otros contenidos de este blog a partir del lunes. Aquí, definitivamente, me he quedado sin recursos técnicos, más allá del lujo de poder publicar un texto como ahora mismo estoy haciendo, mientras amanece.
Pero esta situación de «impotencia técnica», me lleva a una reflexión positiva. Utilizamos la tecnología como un auténtico derecho de uso; se ha convertido en algo clave para nuestro trabajo, nuestro ocio, nuestra relación social y nuestro aprendizaje. Y creo que nos pasa algo parecido a lo que ocurre con la salud. Uno no la valora hasta que la pierde. Poder llegar a casa, abrir el ordenador, echar una mirada al mundo, archivar una fotos, responder unos mensajes y actualizar tu blog (todo ello a la velocidad del rayo) es un lujo que al vez no valoramos, por cotidiano. Las tecnologías son, además, una fuente de oportunidades de todo tipo. Y, claro. En los países más empobrecidos, lo que precisamente falta son eso: oportunidades. Hace tres días que tan solo intento copiar y pegar links y cuatro operaciones simples más. Y resulta imposible. Para mí es solo un capricho. Una distracción. Pero, cuántos jóvenes de este país habrán dejado de emprender acciones para su propio desarrollo personal, profesional, de relación social, por carecer de medios tecnológicos fiables? Cuántas personas de este país dejan de tener oportunidades para mejorar sus vidas, debido a la falta de una tecnología segura que, hoy en día, es el idioma del mundo?
Por eso mi reflexión positiva de hoy es acerca del agradecimiento. Soy consciente de la fortuna de mi entorno y de las fantásticas facilidades de que dispongo para casi todo. Tan solo puedo hacer dos cosa:. Aprovecharlo alegre y responsablemente, y ser muy, pero que muy agradecido.
Salud!