…que no parará hasta lograr el remedio para la rara enfermedad de su hijo, seguro que lo hará.
Pero si además, esta madre es una persona llena de valores, valiente, luchadora, positiva y optimista, entonces el afortunado no es solo su hijo Nacho; lo somos todos. El resto de su familia, sus vecinos, sus amigos, tu, yo…las personas llamadas «reales».
Esta mujer me ha inspirado una enorme fuerza. La fuerza que todos llevamos dentro y que, en demasiadas ocasiones, el propio sistema se encarga de anestesiar. Ánimo! Con una persona así entre nosotros, entristecerse y desanimarse es una auténtica ofensa a nuestra enorme voluntad y a la capacidad de lucha del ser humano. Y un insulto a su hijo Nacho. Trabajar por nuestra felicidad y la del resto de personas que tenemos alrededor no es una obligación; es nuestro instinto. Nuestra esencia. Las personas positivas no renunciamos a esta esencia. Al contrario: la reforzamos, y Eva, esta Eva, me ha recordado, en este fantástico domingo primaveral, que todos somos especiales y que la vida es una maravilla que debe vivirse sin más limitaciones que las de nuestras convicciones.
Pincha el enlace de una mujer valiente. Y pregúntate acerca de todo aquello positivo por lo que puedes luchar como hace Eva.
Salud!