La risa.

La risa es fantástica. Un buen ataque de risa, de esos irrefrenables, de aquellos en los que no puedes parar de reir, y lloras, y te duele el abdomen, pierdes el equilibrio, la compostura… es un ejercicio sanísimo. Si uno investiga en la red, descubre que cuando nos reímos se movilizan cientos de músculos en todo nuestro cuerpo. Y se liberan las endorfinas, y no se cuántas cosas más, equivalentes a un montón de orgasmos (por ejemplo!). Reírse es un ejercicio que limpia nuestro cerebro. Yo siempre lo comparo con un túnel de lavado. Cuando uno finaliza una intensa sesión de carcajadas, cuando está pañuelo en mano, secando todos los líquidos que el cuerpo expulsa en cada risotada, es como si se renaciera y se hubieran puesto los contadores del cerebro a cero. Se está en paz con la vida.

En una ocasión estaba dando una conferencia muy seria y circunspecta. Creo recordar que era en Mérida, aunque no estoy muy seguro. En un momento dado, y respondiendo a la pregunta de un asistente, respondí con cierto sentido del humor; hice algún tipo de chiste fácil que no soy capaz de rememorar ahora. El caso es que una chica que estaba sentada entre el público, empezó a reírse de forma contagiosa. Desproporcionada para con mi «chiste». Su risa nos enganchó a todos. Era muy graciosa desternillándose de risa y empezó la epidemia. Las cien personas que estábamos en aquel auditorio, acabamos llorando de la risa. Detuvimos la charla y nos dimos un respiro. Era imposible continuar. Y cuando se reanudó la conferencia, el ambiente era claramente más distendido, provechoso y feliz.

La risa, lejos de lo que muchos creen, no tiene nada que ver con el sentido del humor. La risa es un ejercicio físico sanador. La risa. La risotada. La carcajada!!

La risa, ya lo he dicho, es fantástica y os animo a reír. Buscaros una excusa. Rascad en Youtube. Reuniros con vuestros mejores amigos. Escuchad chistes. Haced lo que queráis, pero…. viva la risa, porque es nuestra salud y nuestro túnel de lavado cerebral.

Os dejo un video que espero os haga reír un par de minutos. El protagonista no tiene sentido del humor. No puede tenerlo aun. Pero su cuerpo le entrena para el maravilloso ejercicio de carcajearse. A ver si aguantáis quince segundos serios!

Salud!

Pata Pata

El otro día, Pepa Pequeño, colgó en Facebook un vídeo de Miriam Makeba cantando Pata Pata. La verdad es que hacía muchísimos años que no oía esa canción y escucharla me trasladó atrás en el tiempo. Desde allí, desde 30 ò 35 años atrás, uno puede echarle una mirada a la vida con un poco de perspectiva. Y así lo hice.
La música es uno de los mejores caminos para evocar el pasado. Y hacerlo es muy sano. Nos pasamos la vida soñando con un mañana mejor; mejor que qué? Cuándo acaba «el mejor»? Existe realmente un momento en la vida en el que «estás completo»?. Creo que la respuesta es no y que este «no» es precisamente el que le da sentido a vivir plenamente el presente. Lo mejor es hoy.

El futuro es solo la fantasía de un presente mejor. Pero todavía no ha llegado; no existe. Por ello vivir plenamente el hoy, es la única estrategia hacia la felicidad y el bienestar. Bueno, y más cosas, claro!: rodearse de gente positiva, hablar de lo bueno, destacar lo bello, sonreír, dar las gracias, pedir perdón, decir la verdad.
Pero en el año 2012, echar la mirada atrás hasta cuando un adolescente Marcelo bailaba el Pata Pata, es fantástico. Ese viaje me ha permitido disfrutar con serenidad del camino hecho; como mínimo de aquello que soy capaz de recordar acerca de este camino. Y me doy cuenta de que mirar atrás es otra estrategia para ser positivo y optimista. Recuerdo que cuando hice el Camino de Santiago, una de las cosas que más me animaba a seguir era mirar atrás y ver todo lo que ya había recorrido. Me daba fuerzas. Y me hacía sonreír. En la vida es exactamente igual.

Por eso os dejo este vídeo de Miriam Makeba y os invito a dos cosas:

Primera de ellas, que os regaléis quince minutos para ver las breves imágenes del vídeo y recordar las de vuestra vida pasada. El Pata Pata os llevará lejos! Mirar atrás. Evocar. Y sentir. Sentir en vuestra piel y en vuestra cabeza el camino hecho. Sus emociones. Las que dan risa, las que entristecen y las que avergüenzan… Es buenísimo si se planifica mínimamente y se hace con la auténtica voluntad de evocar. Ánimo…seguro que sonreís!

Y la segunda, no os refrenéis. Dejaros llevar. Esta canción, cuya letra tan solo dice que «cuando suena el Pata Pata las caderas funcionan solas», (y cosas por el estilo) obliga a moverse. Uno moverá los dedos repiqueteando contra la mesa. Otro seguirá el ritmo con el pie. Y tal vez otro se levante de su silla y se marque un auténtico meneo de esqueleto. Perfecto! Emulad a la Makeba. Permitid que la música entre bien adentro y que os mueva los músculos. El resto funciona solo. Y aparecerá la segunda sonrisa! Disfrutadla!

Gracias Pepa por tu Facebook. Fíjate el juego que nos da a todos!

Salud!

We love you…

Mi amiga Pepa, me envía este vídeo desde Valladolid.

Por lo visto, circula por la red, pero yo no lo había visto. Y es una prueba más acerca de que las personas no tenemos fronteras y sí tenemos grandes sentimientos. Cuántos israelíes e iraníes pensarán lo mismo que aquí se dice?

Os respondo: la inmensa mayoría!

Se positivo, respétate y decide por tí mismo; como el protagonista del vídeo. Si te parece bien, difúndelo… vale la pena porque las personas somos como aquí se muestra. Tu no…?

Salud!

«Optimistas corregibles»

Najat El Hachmi es una escritora que colabora asiduamente con El Periódico. La leo habitualmente y suelo coincidir con ella, con sus opiniones, y con su visión general de las cosas. Me gusta.

Pero en el Dominical de esta semana, día 1 de Abril, publica un artículo titulado «Optimistas corregibles», sobre el que me gustaría hacer algún comentario en este blog, porque creo que tomó la pluma en un mal momento y perdió la claridad con la que suele plantear sus puntos de vista (lo que más me gustaría realmente sería poder linkarlo, pero el Periódico tiene todavía bastante por hacer en materia de redes sociales y, por ejemplo, en su web es imposible encontrar el Dominical de hoy. Simplemente no existe. Si en el buscador escribes en nombre «Dominical», no encuentra nada. Y si escribes el de la autora, te muestra sus artículos anteriores de prensa, pero no los del Dominical. Por último, escribiendo título del artículo de hoy, tampoco halla nada…Por este motivo me veo obligado a hacer un breve resumen, cuando lo mejor sería que cada uno lo pudiera leer directamente y opinar en libre consecuencia. Pero de momento, es imposible!…).

Dice Najat que, ante «el panorama deprimente» actual, hay dos tipos de «extremistas que a mí me ponen especialmente nerviosa»:

Por un lado, están los «catastrofistas» y por el otro los «optimistas estúpidos». Y dentro de este grupo «estúpido», existe un subgrupo peor: «los que se amparan en la desgracia ajena para sentirse mejor».

Del primero (catastrofistas) no voy a hacer mención alguna. Coincido con ella al cien por cien.

Pero de los «optimistas estúpidos» quiero matizar alguna opinión:

1) Como norma, entre personas, sobra lo de «estúpidos». Me refiero entre gente normal y civilizada, claro. Puedo entender que haya opiniones que «pongan nerviosa» a la autora. Pero insultando a quienes las tienen, poco avanza, y su propia opinión pierde todo valor. Lo realmente destructivo es dejarse llevar por el clima de crispación que los propios medios favorecen. Y no solo es destructivo para el lector. Indica el grado de inestabilidad emocional de quien insulta.

2) Dicho esto, las personas que afirman que «estamos en el mejor momento posible», realmente han perdido el norte y el sentido de la realidad. Totalmente de acuerdo con la autora. Otra cosa es que la crisis sea una oportunidad para algunos. Pero esta época no es ni de lejos un buen momento para prácticamente nadie. Negarlo es darle la espalda a los hechos objetivos y ser poco sensible con el sufrimiento ajeno que esta situación provoca en muchos. Ahora bien, quien niega la realidad no es un optimista. Es alguien que ha perdido precisamente eso; el sentido de la realidad, pero esta circunstancia nada tiene que ver con ser o no ser optimista. Por qué mezcla la autora una cosa y la otra?. El optimista es aquel que, en contra de un entorno adverso, cree en sí mismo y en la capacidad de las personas. Y lucha. Y trabaja. Y no desfallece. Trata de ser positivo, no insulta a los que no piensan como él, e intenta vivir con una sonrisa, siempre que sea posible.

Nada que ver con negar la realidad! Incomprensible confusión.

3) Y en cuanto al subgrupo de «los que se amparan en el sufrimiento ajeno para no sentirse tan mal», éstos han existido siempre. Con crisis y sin ella. Pero también, con crisis o sin ella, hay que decir que no perder la información de lo que pasa en este pequeño mundo, y en el resto de tu diminuta ciudad, es bueno por varios motivos. Tal vez el más importante es que resulta muy útil para tomar referencias en tu propia escala de valores. Y gracias a esta referencia uno puede de forma automática modular su «escala de angustia», incluso de sufrimiento. Pero no es un argumento; es un acto libre e íntimo. Te afecta o no. Te interesa o no.

Sin embargo, y de nuevo, la autora hace una referencia que nada tiene que ver con optimistas o pesimistas. Ni con estúpidos! Qué tendrá que ver que te afecten o no los problemas ajenos, con ser o no ser optimista?

Querida Najat, cuando escribiste estas líneas no tenías tu mejor día. Ojalá se den las circunstancias para que tu crispación baje y surja la estupenda escritora que tu eres. Pero mientras, no insultes a los que tenemos una visión positiva de la vida y de la condición humana. Déjanos seguir luchando para que las cosas, en general, sean mejores. No pongas palos en las ruedas de los que no desfallecemos.

Yo no tengo una columna en un periódico. Ni escribo en un dominical. Soy un simple y anónimo lector que trabaja por lo que cree y que piensa que nuestro momento requiere infinitamente más de personas positivas y luchadoras que de personas alteradas y negativas. Y más si confunden peras con manzanas!

Salud!