Yorokobu.

Yorokobu es el nombre de un blog que os aconsejo desde este mismo momento. Me ha llegado a través de mi amiga Susana Balet, quien me copia la entrada que os enseño más abajo.

Me parece fresco, novedoso, optimista, imaginativo y muy próximo. Creo que es una muy buena aportación al blog positivo, porque todo él rezuma buenas vibraciones. Y espíritu emprendedor! Os animo a entrar y dar un paseo por su contenido. Pero no olvidéis regresar al blog positivo para seguir enviándome noticias optimistas e historias bonitas.

Yorokubu

Además, os añado especialmente este vídeo del mismo blog.

Salud!

Cuando una madre dice…..

…que no parará hasta lograr el remedio para la rara enfermedad de su hijo, seguro que lo hará.

Pero si además, esta madre es una persona llena de valores, valiente, luchadora, positiva y optimista, entonces el afortunado no es solo su hijo Nacho; lo somos todos. El resto de su familia, sus vecinos, sus amigos, tu, yo…las personas llamadas «reales».

Esta mujer me ha inspirado una enorme fuerza. La fuerza que todos llevamos dentro y que, en demasiadas ocasiones, el propio sistema se encarga de anestesiar. Ánimo! Con una persona así entre nosotros, entristecerse y desanimarse es una auténtica ofensa a nuestra enorme voluntad y a la capacidad de lucha del ser humano. Y un insulto a su hijo Nacho. Trabajar por nuestra felicidad y la del resto de personas que tenemos alrededor no es una obligación; es nuestro instinto. Nuestra esencia. Las personas positivas no renunciamos a esta esencia. Al contrario: la reforzamos, y Eva, esta Eva, me ha recordado, en este fantástico domingo primaveral, que todos somos especiales y que la vida es una maravilla que debe vivirse sin más limitaciones que las de nuestras convicciones.

Pincha el enlace de una mujer valiente. Y pregúntate acerca de todo aquello positivo por lo que puedes luchar como  hace Eva.

Salud!

El blog en la radio…!

Hoy he tenido la oportunidad de poderle dedicar un buen rato a este blog en Ràdio4. El programa Entrehores cuenta conmigo de forma más o menos periódica, especialmente para hablar en mi condición de Director General de Fundación Intervida. Pero también me invitan para otras colaboraciones más o menos relacionadas con diversos temas sociales, sobre los que puedo aportar alguna información, o simplemente, opinión.

Como digo, mi entrevista de hoy ha sido para el blog y, como siempre, me lo he pasado estupendo, porque hablar con Paola Callieri  y Rosa de Diego es siempre un placer. Estas intervenciones se hacen con tal naturalidad que uno realmente olvida que está en la radio. Y en eso reside la profesionalidad de ambas. Mis felicitaciones para ellas desde aquí; no hay nada más bonito que hacer bien tu trabajo. Y ellas lo hacen de maravilla!

Por lo demás, he hablado un poco del blog. Espero que el programa de hoy haya ayudado a alguien en algún lugar; que haya provocado alguna sonrisa; que haya dado algo de optimismo; que alguien haya decidido, por lo menos hoy, abandonar el negativismo. Reconciliarse con la vida es de lo mejor que nos puede ocurrir.

Aquí va la entrevista desde el minuto 31’05 hasta el final. Que la disfrutéis!

Salud!

Sencillo y bonito.

Mi amiga Olga ha publicado en Facebook este vídeo que, de nuevo, y hablando de libros en zonas del mundo donde no los hay, nos induce a dos reflexiones muy positivas.
La primera es cuán importantes son los libros, especialmente para las niñas y los niños más desfavorecidos; y la fortuna que tenemos los que disfrutamos de esos libros, sin restricciones de ningún tipo, para nuestros pequeños. No sé si siempre les damos el inmenso valor que tienen.
La segunda, vuelve a ser esta admiración que siento por las personas que creen en lo que hacen y que son perseverantes y sencillas. Se trata de que los chavales abran las puertas de su imaginación y de su mente a través de la lectura. Y un grupo de personas comprometidas y trabajadoras, simplemente lo facilitan. Probablemente a cambio de nada o casi nada. Por puro convencimiento. Por puro respeto a ellas mismas y a sus creencias. Y por la infancia de su país.

Esta actitud deriva en lo que estas personas hacen. Y lo que hacen es un tesoro que tiene dos cualidades de valor incalculable: Es un tesoro muy sencillo y es un tesoro muy muy muy bonito!

Salud!

De móviles y taxis…

… y buenas personas.

 

Anteayer mi mujer perdió su móvil, un iPhone. Tenía la certeza de haberlo extraviado en un taxi que cogimos juntos la noche anterior. Naturalmente lo dimos por perdido, pero una leve esperanza, una intuición, hizo que no llamara a Movistar para bloquearlo. Es cierto que el aparato tiene un código de seguridad, pero estaba a punto de hacer la llamada, cuando ayer, de repente, sonó mi móvil. Era una llamada desde el número de mi mujer.

Una chica joven me dijo que se lo había encontrado en el taxi y que pensó que el dueño lo estaría pasando mal, puesto que hoy en día, llenamos estos aparatos de multitud de información de todo tipo. Fue muy amable explicándome cuál era su calle, que no es muy conocida, y dándome todo el tiempo necesario como para que me desplazara hasta su portal y lo recuperara.

Me gusta compartir también hoy esta noticia que de nuevo es una indicación de cómo somos las personas. Claro que lo que debería ser natural se convierte en noticia, porque teníamos muchas posibilidades de no recuperar el móvil. Pero este es el blog positivo! Y a mi no me interesa la cantidad de personas que se lo hubieran quedado. Al revés: me interesa, y mucho, destacar la bondad de esa chica y rendirle mi breve homenaje desde aquí.

Gracias chica sin nombre. No cambies nunca porque el futuro es de gente como tú!

Salud.

Biblioburro: Alfa y Beto.

Cristina Pérez me envía este vídeo. En cualquier lugar, lejos de los focos y del protagonismo, muchas personas anónimas están realizando ahora mismo, una gran labor. Esta historia es esperanzadora.

Mi reconocimiento a esta idea que me gusta compartir con todos los que seguís el blog positivo.

Salud!

El perdón que libera.

Dije en la entrada de bienvenida al blog, que era mejor no hablar «de política». Y lo dije porque creo que hemos perdido el «sentido político» de nuestras vidas, convirtiendo el trajín cotidiano de las noticias políticas, en auténtico desánimo, cuando no en cólera. Exactamente lo contrario que persigue este blog!

Por eso, a pesar de que esta entrada se enmarca dentro de la política española, yo me quiero centrar solo en la parte positiva de su contenido: el valor liberador del perdón. Y desde luego, no tiene nada de opinión política.

Aparece en un diario que leo en Barcelona. Como que este medio es de los pocos que aún hace pagar para leer sus noticias en la red, no puedo publicar su link. Pero sí me puedo referir a él sin dar ningún nombre.

La noticia se enmarca en el País Vasco y se refiere a la postura reconciliadora y de perdón por parte de cuatro personas diferentes, todas ellas, víctimas del terror que durante años se vivió en esa Comunidad. La primera de ellas, hijo de un concejal asesinado, dice textualmente: «Empecé a vivir de nuevo el día que dejé de odiar». La segunda, viuda de un asesinado, afirma: «El odio no me lo devolverá». El tercero, herido en un atentando, dice: «No tengo ni odio ni rencor, no me sirve». Esta persona se entrevistó con quienes quisieron matarle, en la cárcel, y se creyó su arrepentimiento. Por último, una víctima del atentado de Hipercor, en Barcelona, recibió una carta de uno de los causantes de aquella masacre, encarcelado, donde le reconocía el daño causado. Él afirma ahora: «El día que tenga que ir a la cárcel a verlo, iré. No tengo ningún problema».

Más allá de la política, me interesa la condición humana y nuestra forma de ser. Curiosamente ninguna de estas cuatro personas pertenece a ningún movimiento oficial de víctimas; ni hacen ruido; ni alardean; y han tenido el pudor de manejar su dolor desde la intimidad, sin dejarse manipular por nadie. Ahora no. Ahora se trata de perdonar, y dan la cara y se dejan entrevistar. Hacen público el perdón, el fin del odio y la apuesta por la reconciliación. Me admira su valor y su entereza. Y me esperanza que las personas normales, los de a pie, los anónimos, digan cosas tan bonitas y esenciales como «aceptaría el perdón de los que mataron a mi padre».

Es como para reflexionar. A cuantos seguimos siendo positivos y creyendo en las personas, esta noticia no puede más que hacernos felices y reforzar nuestra apuesta por la condición humana. Estas cuatro personas me han dado mi lección de hoy.

Salud!